jueves, 2 de diciembre de 2010

Resumen semana 3

Bueno, esto ya se está convirtiendo en una rutina más o menos aceptable. El único cambio es que, definitivamente, Dave ha pasado a fase 2 (incluso hay días que hace fase 3) y yo he dejado fase 1 y también estoy en la 2.
Esto significa que: en fase 2 sustituyes el producto de la comida o la cena por proteína animal (150 grs. de carne sin grasa –ave, ternera, conejo, buey-, 2 huevos o 200 grs de pescado o marisco) y en fase 3 sustituyes comida y cena por las proteínas animales antes mencionadas.
En fase 1, 2 y 3 se está en cetosis. Aunque en fase 2, 3 y sucesivas la pérdida de peso es más lenta (teóricamente).
Recuerdo la primera y la segunda semana de dieta (allá a lo lejos..) que nos preparábamos unos platos de ensalada enormes, como para cuatro personas, con un montón de ingredientes (de los permitidos, claro) y aliñadas siempre con la monótona vinagreta permitida.
Ahora nos resulta imposible comernos tanta verdura y ensalada, aunque lo intentemos.
Preferimos algo sencillito, sin demasiado attrezzo ni aliño: unas hojitas de lechuga iceberg, unos rabanitos, un chorrito de aceite y una pizca de sal. Y nada más. Bueno, sí, el producto o la proteína animal, según toque.
La pérdida de peso ha sido más moderada en caso de Dave (-1,7 Kgs) y en mi caso sigo la tendencia de perder casi-casi dos kilos en una semana (también -1,7 Kgs.).
Pero bueno, esto ya es normal porque él perdió mucho peso al inicio y ahora poco puede perder. En cambio a mí todavía me queda apretar un poquito más.

De momento, vamos así:

Dave à 72,1 Kgs. (A 100 grs. de la meta!!!)

Ana à 64,7 Kgs. (A 5,7 Kgs. de la meta)


Después de la visita con el médico, me quedé un poco “chasqueada”, o mejor dicho “desilusionada”.
A Dave, como era de esperar y desear, le instó a pasar a fases superiores. Primero la 4, en la que introduces un desayuno con pan, leche o yogures o embutido ligero (pavo, jámón dulce,..), la 5 en la que introduces una pieza de fruta en la merienda, la 6 en la que se introduce la fécula a la hora de la comida… Así una semana en cada fase hasta la próxima visita que sería antes de navidades, momento en el que haríamos balance y se quedaría ya para después de fiestas, valorando así una posible “ganancia” navideña.

En cierta forma empezar con las siguientes fases es dar por finalizada la dieta porque, en realidad, a partir de la fase 4 el primer objetivo no es la pérdida de peso sino el mantenimiento y el consolidar nuevos hábitos.

Con Dave, lo entiendo, pero ¿conmigo?. No es que menosprecie el logro de estas tres semanas, ni mucho menos. Ni tan siquiera me gustaría frivolizar con el tema báscula, que es algo muy serio... pero yo ya le dije al Sr. Doctor cuál era mi objetivo y al escuchar su planteamiento me sentí, cuanto menos, ignorada.

Ante mi “insistencia” (no entendía nada) me dijo que “yo ya estaba en normopeso (me enseñó hasta la gráfica de ordenador) y que era muy probable que mi cuerpo ya no perdiera más” (¿¿¿Ehhh??) pero que, “bueno, podía seguir si quería en fase 3 unos días más y ya nos veríamos antes de fiestas”… ¿Pero si todavía quedan tres semanas para la próxima cita?
Desamparada, este creo que es el mejor adjetivo que define cómo me sentí en esos momentos.

Vamos a ver, no es mi intención alcanzar los 52 kilines que pesaba siendo una jovencita, de esos ya me despedí hace muchos años (sí aquellos que mantenía solamente haciendo el esfuerzo de comer a base de pizza Tarradellas y helados comerciales) pero sí que me gustaría volver al punto de partida donde me quedé antes del embarazo, ya que mi sobrepeso no es fruto de unos cuantos atracones, sino de una serie de desajustes que se produjeron durante el embarazo. No puedo (ni quiero) permitirme un próximo embarazo con 5 kilos más que en el anterior.
Es más, si mi metabolismo no hubiera respondido, si me hubiera estancado, o si hubiera alegado algún problema o inconveniente para mi salud…, pero nada de eso ocurría… me finiquitó así, sin más.

De esta guisa comienzo el fin de semana 4 (semana 4) con algo menos de motivación pero con la intención de continuar un poco más en fase 2.
Esta dieta (todas las híperproteicas, según me consta) cuesta un dineral como para encontrarte algún bache en el camino.
Considero que me lo he tomado muy en serio, y me ha decepcionado la actitud de nuestro médico.
Tal vez debimos escoger otra opción…



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