viernes, 26 de noviembre de 2010

Fin de semana 3

El tercer fin de semana de esta dieta-tratamiento supuso un hito para nosotros. Desde el jueves (por lo menos) veníamos gestando la idea de encargar en nuestra parada de confianza del mercado un par de bistecs de buey.
Para mí esta sería la primera vez, desde que empezamos la dieta, que comería algún alimento al margen de ensaladas y las verduras permitidas.
Tanto Dave como yo estábamos como dos niños con zapatos nuevos. “Buenísimo, tiene un poquito de grasa” –dijo la dependienta al realizarle tan suculento encargo- ;((( errrhhh??!!! “Bueno, no te preocupes, te pondré de una parte que tenga menos” –contestó ante  mi evidente chasco-
Francamente, la comida del Sábado estaba buenísima. Nos supo a gloria. Verduritas a la plancha y el susodicho bistec, que, por cierto, resultó tener bastante más grasa de la deseada. Delicioso pero mi estómago se tomó la revancha en forma de ardores por las necesidades a las que le estoy sometiendo… En fin, la primera en la frente. Después de dos semanas exclusivamente a base de preparados y ligeras verduritas el estómago, a parte de quedarse del tamaño de un guisante, se vuelve exigente y delicado con las visitas.
Por la noche, más de lo mismo. No podía haber sido de otra forma. Ensaladita y jarabe de naranja.
El domingo lo festejamos con una “mariscada a medias”, es decir, almejas al vapor con un poquito de perejil y cebolla deshidratados y unas gambas a la plancha.
Nunca me ha costado tanto comerme unas gambas…. Si me lo cuentan no me lo creo. Sin duda hubiera cambiado la mitad del plato por una rebanadita de pan.
Por la tarde, más de lo del Sábado. Ardores y pesadez de estómago… Creo que a partir del lunes (fecha en que acabo fase 1 y paso a fase 2) iré poco a poco y optaré por pechugas de pollo, pescadito blanco y tortilla a la francesa. Más adelante ya veremos si el estómago se alegra o no ante otras delicatessen.
Por el momento, el lunes ya haremos una comida “normal”, con limitaciones, pero sin tener que tomar un sustitutivo ¡vaya lujo!

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