¡Por fin han pasado las primeras 24 horas de la dieta! Parecerá una meta ridícula, pero para mí significaba mucho.
Ahora, y una vez finalizado el segundo día de dieta (ya hemos cenado), puedo hacer un pequeño resumen de cómo ha ido el día.
Antes de nada, comento que la noche fue como el día anterior: continuas visitas al baño para hacer pipís.
Al levantarnos nos pesamos:
Ana: 69,6 Kgs. (-700 grs.)
Dave: 77,9 (-1,3 kgs.)
No está nada mal para llevar solamente un día. Aparte de la pérdida de peso, lo que realmente sentimos a nivel físico es un efecto depurativo y yo concretamente siento la silueta algo más definida, como menos hinchada.
Menú del día:
Desayuno: Té verde con menta endulzado con sacarina/ barrita de cereales híperproteica de yogurt de fresa
Media mañana: Batido de chocolate (sobre)
Comida: Calabaza rehogada con una pizca de sal y comino/ mini-ensalada de endivias, canónigos, rúcula y champiñones crudos aderezada con vinagreta de vinagre de vino, limón, aceite de oliva y una pizca de sal/ tortilla a las finas hierbas (sobre) con unas espinacas frescas picadas.
Merienda(*): Crema de chocolate
Cena: Mix de verduras rehogadas: calabacín, calabaza y champiñones / Sopa de pollo con fideos (sobre)
Impresiones y comentarios:
El desayuno ha sido más que correcto ya que la barrita me (nos) ha sorprendido gratamente. Sabe a lo que tiene que saber: barrita de cereales. Aunque, claro está, de las de dieta.
Pero la alegría inicial ha ido dando paso a una decepción creciente: el batido no estaba todo lo aceptable que me hubiera gustado, la tortilla tenía el mismo sabor que la de ayer, pero sin el regustín a queso, que ha sido imposible camuflar ni con las espinacas ni con la pizca de ajo en polvo que he utilizado….
La merienda ha sido desastrosa: Me he decidido a hornear los pasteles sabor chocolate. El procedimiento es el mismo que (casi) todos los preparados. Se disuelve el contenido del sobre en cierta cantidad de agua y, en este caso, se hornea durante unos 15 minutos. Con el fin de no estar a cada momento encendiendo el horno para 1 o 2 pastelillos, he decidido hacerlos todos. A dos les he añadido una cucharadita de café soluble.
La presencia era muy similar a los muffins de chocolate que suelo preparar cuando me salto la dieta… pero el sabor…. Nos ha sido totalmente imposible comérnoslos…. De hecho han acabado en el cubo de la basura… 14 eurazos a tomar viento! Pero tanto a mí como a mi costilla nos han provocado arcadas al primer mordisco.
Dave ha desistido y se ha conformado con el café solo que hubiera acompañado a tan frustrante ágape, y yo no he podido más que mojar con lágrimas de impotencia la infusión de manzanilla y tila, y tomar -cual purgante asqueroso- una crema de chocolate.
La sopa de la cena me ha gustado menos que ayer. De hecho me la he tenido que tomar a pequeñísimos sorbos para que no me produjera asco.
Y es que (yo me pregunto) o yo soy más delicada que nadie (que nadie que sigue este tipo de dietas, claro está) o realmente tengo un paladar demasiado fino… Todos (o casi todos) los preparados que hemos probado hasta el momento tienen el mismo indefinido y desagradable sabor. No sabría describirlo, pero a mí me resulta repelente.
Por otro lado, por suerte o desgracia, hemos descubierto que los grumos desaparecen si utilizamos el shaker para mezclar los polvos con el agua.
Físicamente, salvo un ligero dolor de cabeza (ambos), algo de cansancio,las manos heladas y cierto sabor pastoso en la boca (por mi parte) nos hemos encontrado bien.
Otro tema es el ánimo.
Aunque no lo reconoce, Dave ha estado más susceptible de lo habitual: ha gruñido por tener hambre (él que supera más de media jornada sin comer), se ha quejado del mal sabor de algunos preparados y ha sido el incitador de tirar, directamente, los frustrados pastelillos de chocolate.
Por mi parte puedo afirmar que el ánimo está (o estaba) por los suelos. Ya no es el hecho de no comer, o comer limitadamente, sino que lo poco que puedes o debes comer está malísimo. Este punto también hoy lo he llevado fatal…
Pero bueno, mañana será otro día, y espero que con las horas de sueño recupere las fuerzas necesarias para superar con éxito este trance.
Mañana más. Buenas noches.