Me (nos) he levantado bien, con ánimos, pero a medida que han ido pasando los minutos he (hemos) vuelto a sentir la flojera con la que me acosté. La tensión arterial está algo baja en mi caso y Dave se ha quejado de tener un “globo mental” durante la mañana.
Los pesos fueron los siguientes:
Ana: 68,8 Kgs. (-500 grs.)
Dave: 77,2 Kgs.(-400 grs.)
El menú del día ha sido prácticamente como los anteriores. Por mi parte he optado en desterrar las tortillas y las sopas, e ir jugando con las cremas y bebidas de chocolate y Dave, al contrario que yo, ha tomado sopa al mediodía y por la noche.
Impresiones y comentarios:
En este tipo de dietas se trata de ir probando los diferentes preparados y quedarse con los que cada uno tolere mejor.
Por este motivo no es recomendable pedir un montón de productos aunque en la foto aparezcan con una pinta exquisita. Es muy probable que nos decepcionen: la tortilla esponjosa y brillante que aparece en el catálogo no deja de ser unos polvos mezclados con agua y cuajados en una sartén (o microondas)
También puedo afirmar es que a medida que pasan los días vamos asumiendo que estamos a dieta y toleramos con menos asco los preparados.
Finalmente hemos pedido cita con el médico. Nos ha confirmado mi tensión baja, pero no es nada preocupante. También que todavía estamos en un punto un tanto crítico y que, muy probablemente, cuando pase uno o dos días más, empezaremos a encontrarnos mucho mejor y sin bajones. También nos ha abierto la posibilidad de pasar a la segunda fase si vemos que la voluntad flaquea… pero creo que tanto Dave como yo apostamos por llegar al viernes, día en que tendremos otra visita con nuestro doctor.
De todas formas sus pronósticos se están cumpliendo: en el momento de escribir estas líneas, me siento con fuerzas y animada, he tolerado muy bien la cena y no tengo ninguna sensación extraña. Me consta que a Dave le ha ocurrido lo mismo que a mí.
Mañana más. Buenas noches.