El miércoles transcurrió con normalidad, positivismo y un sorprendente bienestar naciente que no me esperaba ni por casualidad.
Pesos:
Ana: 68,6 Kgs. (+ 300 grs. !! sí, sí, MÁS)
Dave: 76,2Kgs. (-500 grs.)
Paradójicamente pese al incomprensible aumento de peso por mi parte, durante el miércoles me encontré bien, con una alegría y optimismo insospechados.
El mareo, cansancio y al asco van (afortunadamente) dando paso a una sensación más “normal”, es decir, que ni nos sentimos eufóricos ni con más energía de la habitual ni nada por el estilo, sino que empezamos a sentirnos como habitualmente, sin hacer una dieta tan estricta.
Respecto a los menús, hemos realizados gratos descubrimientos: las barritas de cereales y chocolate, los jarabes de naranja y los snacks salados de soja.
Creo que a partir de ahora (al menos por mi parte) voy a prescindir de cremas y batidos de chocolate y los voy a sustituir por jarabes (parecidos al Tang) y por los snacks.
La sensación de vacío va remitiendo y únicamente sentimos hambre cuándo se va acercando la hora de la comida. Lo que, por el momento, es inevitable es sentir deseo de comer ciertas cosas prohibidas, sobretodo cuándo le das de comer a la peque unas croquetas, por ejemplo.